domingo, 10 de abril de 2011

"EL JUEGO DE LA VIDA"


La vida humana es similar a un juego. Cada persona es un jugador que tiene un papel específico que desempeñar. Cuando hay el reconocimiento del ser o autoconocimiento de mi papel entonces puedo jugar correctamente en el juego de la vida, es decir, con contentamiento, propósito y éxito. El éxito me da felicidad y realización y, mis interacciones con los demás son positivas y no están llenas de negatividad como la ira, desconfianza, celos egoísmo, etc. Otra imagen que también podemos utilizar para describir la vida humana es la de un teatro. La vida es una obra de teatro y cada ser humano es un actor que interpreta su papel.
La esencia del tema, sea que veamos la vida como un juego o como una obra, es que cada uno debe conocerse a sí mismo y su papel, de lo contrario las interacciones, es decir, las relaciones con los demás son confusas y alteradas. También, para una interacción correcta con los demás jugadores, necesito conocer qué es lo que son y cuál es su papel; necesito valorar y respetar, eso si queremos relacionarnos los unos con los otros con facilidad, flexibilidad y tolerancia. También dijimos que dos jugadores de un equipo o dos actores no pueden tener exactamente la misma parte que interpretar. Esto también es una regla para la vida: cada uno de nosotros es un individuo único interpretando un papel único. Si yo no entiendo, valoro o aprecio mi propio papel, entonces me comparo a mí mismo con los demás y desarrollo un tipo de pensamientos y hábitos negativos, tales como culpar a los demás por mi propia falta de felicidad o paz, también celos, competitividad, incluso se desarrollan complejos de inferioridad y depresión. Cando estas actitudes entran en la conciencia, significa que otra regla o ley básica del juego de la vida ha sido olvidada, que es: Cada persona en el juego tiene su papel distinto e individual a interpretar, al igual que yo. Cuando nos olvidamos de nosotros mismos, fácilmente nos olvidamos de esta regla. El resultado es que una observación excesiva de los demás así como analizarles provoca una “crisis de identidad” dentro del ser. “Debería ser yo así; debería hablar como éste, debería...” Yo soy yo mismo; debo aprender el arte del autoconocimiento. A partir de este primer paso al interior del ser se inician unas relaciones sanas con los demás. 

¿Cómo puedo interpretar el juego de la vida con éxito, interactuando con los demás con positividad mediante el hecho de mantener tanto mi autorespeto como el dar respeto a los demás?

El primer paso, como se ha mencionado, es conocer ¿Quién soy yo? Y ¿Cuál es mi papel?
Sin autoconocimiento preciso el juego está ciertamente perdido. Hemos estado hablando de un punto de energía y de la mente, intelecto e impresiones. Ahora voy a entender que yo soy este punto de energía eterna al que se le llama alma y que dentro de mí, el alma, está la mente, el intelecto y las impresiones, las tres energías que constituyen la conciencia humana. ¿Quién soy yo? Soy un ser eterno, pienso, decido, siento, actúo. Yo soy un alma, un actor dentro de este traje físico, el cuerpo, y estoy interpretando mi papel, en el escenario del mundo. Yo no soy este traje de materia sino que lo utilizo y lo necesito para interpretar mi papel. 


Prof.Anthony Strano 


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