miércoles, 30 de noviembre de 2011

LA AMARGURA

Estamos amargados porque no somos lo que deberíamos ser. Todo el mundo está amargado porque todos sienten que sus vidas no son lo que deberían ser; si esto es lo único que hay, no vale la pena. Debe de haber algo más, y a menos que encontremos ese algo más no podremos desprendernos de nuestra amargura. A consecuencia de esta amargura surge la rabia, la envidia, la violencia, el odio…. Y cualquier tipo de negatividad. Estamos quejándonos constantemente, pero la verdadera queja se encuentra escondida en el fondo de nuestro ser. Es una queja contra la existencia; ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Porqué estoy aquí?. No sucede nada. ¿Por qué me obligan a estar vivo si no sucede nada?. El tiempo pasa y en nuestra vida no hay felicidad. Esto provoca “amargura”. La amargura es un estado de ignorancia. Tienes que superarlo, tienes que aprender a tomar conciencia, porque éste es el puente que te permitirá superarlo. Y el mismo intento de superación es una revolución. En cuanto superas todas las quejas, todos los "noes", surge un inmenso Sí—nada más que Sí, Sí, Sí--, HAY UNA HERMOSA FRAGANCIA.

jueves, 24 de noviembre de 2011

La moda del «Ataque de Pánico» (O el vaciamiento del sujeto) José Méndez *

Planteo Central

Considero, que este “nuevo concepto” clínico (ataque de pánico) es otra prepotencia intelectual importada y canalizada a través de los discursos de las corporaciones farmacéuticas y médicas, en otro intento desmedido de garantizarse para sí el monopolio del saber y la tecnología.
La denominación “ataque de pánico” –rótulo pomposo y desesperante: “ataque” y “pánico”– es un término globalizado del “nuevo orden mundial”, importado, de moda, y lanzado por los medios –también monopolizados y listos a la caza de incautos con urgencias– que logró instalarse en el imaginario popular rodando por los consultorios médicos y psiquiátricos con “made in USA=verdad” que todos debemos repetir y hacer lucir como el “nuevo mal” del siglo presente, sería algo así como una enfermedad de moda, “fashion”, de la “época”.
Cuando profundizamos un poco más el tema, encontramos, como siempre, descripciones -importadas-, enlatadas sin mayores profundizaciones en los fundamentos teóricos psicopatológicos, pero con estadísticas -de desconocido origen- que intentan reafirmar el valor de la etiqueta diagnóstica por la cantidad, antes que por la calidad. Y como los actos debemos medirlos por los efectos, la consecuencia inmediata parece ser una “militarización medicamentosa” sostenida por los repetidores de siempre que caen sobre los incautos de turno. Es decir, una enfermedad fashion atada a una militarización medicamentosa que nos guía desde este pretendido “orden” mundial.
Seguidamente, intentaremos desplegar algunas argumentaciones teóricas, en un espacio reducido, desde nuestro modestísimo entender clínico y también con el objeto de abrir, en lo posible algún debate sobre tanta certidumbre impuesta.

El dramatismo de la nomenclaturas

La denominación “ataque de pánico” está extraída del DSM IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), la encontramos en el capítulo referido a Trastornos de ansiedad, capítulo que incluye Crisis de angustia (panic attack) y Trastornos de angustia (panic disorder). Observaremos que el concepto que domina este “trastorno” de ansiedad está referido centralmente a la angustia, tema que ocupa un lugar importantísimo en el psicoanálisis, en cantidad y calidad.
Si tomamos la palabra “trastorno”, pareciera que estamos ante cierta conceptualización que se mide con algún patrón de normalidad, ¿estar angustiado nos coloca en la anormalidad de cierta adaptación?
La palabra ataque, es más simple de resolver: otro/a persona o cosa se nos viene encima para dañarnos, doblegarnos, vencernos o aniliquilarnos. Y pánico nos remite a una situación de descontrol casi total en el cual estamos totalmente a merced, casi al borde de la desesperación total en que nuestra vida pende de un solo y débil hilo. ¿Impactante, no?
Me pregunto si habrá alguna segunda intención en la nomenclatura de este “nuevo mal”, pues semejantes títulos ensayan una situación límite que nos arroja urgente y desesperadamente a las manos de algún profesional o medicamento que detenga semejante ataque. Es decir, rótulos inminentes y urgentes plantados en el origen de una concepción mortal.
No dejaremos de reconocer que el estado de angustia surge de un abismo, en apenas segundo y la situación displacentera requiere ser calmada apresuradamente, y que cualquier persona intentará rehabilitarse rápidamente. Aquí comienza la discrecionalidad clínica de quien diagnostica, desde una posición (¿filosófica?) respecto al sufrimiento del otro/paciente y desde una plataforma teórica que lo sustenta. ¿Es corporal o existencial la angustia?. De algo estamos seguro los analistas:" Es un efécto que no miente".

viernes, 18 de noviembre de 2011

La práctica del Koan Mu

La práctica del Koan Mu es el contenido mas importante .¿Qué es un koan? Un koan es una adivinanza (paradójica, absurda) que el intelecto del hombre no puede resolver, porque no es capaz de realizar dos estados como uno al mismo tiempo. A pesar de todo hay una solución. El trabajo en un koan es la aspiración de encontrar una solución más allá de la mente.
Ésta aspiración instar al que está buscando una solución a una región de experiencia esencial hasta que, al fin y al cabo, la mente renuncia a su resistencia y permite la vista del uno (el Buda, Dios, Mu). Éste conocimiento profundo es el momento de la iluminación. El reconocimiento de las cosas como en realidad (de verdad) son. Verdadero, no falsificado por el propio ego (opinión, formarse una idea de algo). Es la superación (el acto de vaciarse, descargarse) del pensamiento (abstracto) dualista.

El Koan Mu dice:
Un monje le preguntó a Jôshû con toda seriedad: ¿Tiene un perro naturaleza búdica o no? Jôshû contestó ¡Mu!

Su tarea es concebir todo el ser del Koan Mu. Sumergirse en el Koan Mu - ¡Sea uno con el Koan Mu! - Comprender sustancial lo que Jôshû quiso decir cuando contestó "¡Mu!". ¿Qué quiso decir él con Mu? ¿Qué es Mu (¿Quien soy yo?)?

Procedimiento:
Ponga el despertador a diez minutos, siéntese rectamente en postura de loto frente a una pared, cruce las piernas y ponga las manos relajadas sobre sus muslos.* Deje su ojos abiertos, repite  en sus pensamientos la pregunta: ¿Qué es Mu? ¡Pregúnteselo de pensamiento y no de palabras! Concéntrese solamente en esa pregunta. ¡Aspire a responder la pregunta con todo su ser! ¿Qué pensó Jôshû, cuando contestó  ¡Mu! al monje?
* Siéntese ni tan cerca ni tan lejos de la pared. Si Usted Tiene problemas con su salud siéntese en una silla o acuéstese cómodamente en el suelo o en una cama. **Está repetición no es una sugerencia
¡No se pregunte mecánicamente la pregunta! Si sus pensamientos se alejan, por ejemplo: Si Usted. piensa que mañana tiene que ir a trabajar, o si tiene que arreglar su coche o cualquier otra cosa, entonces concentre de nuevo sus pensamientos en la pregunta. A poco tiempo de estar sentado Usted puede abreviar la pregunta y preguntarse solamente ¿Mu? ¡No se pregunte automáticamente!, sino con el vivo deseo de encontrar la respuesta, ¿Qué es Mu? ¡Maldita sea! Aunque si Usted. no sepa realmente lo qué está buscando.
Los diez minutos es solamente una propuesta, puede acortarlo o prolongarlo. La calidad de estar sentado “se depende“ a la concentración de la pregunta, el tiempo no da importancia. No hay competencia, si lucha consigo mismo. Cuando está trabajando con el Koan Mu (el tiempo es transcendido. El tiempo es su existencia).
Pregúntese de vientre bajo o entre frente, ¿No es posible? ¿Porqué? Ni necesita ni boca ni lengua. No aspire a moverse, ni con el cuerpo ni con el alma. A veces las lagrimas le rotarán sus mejillas, es un síntoma de derretimiento del ego (violencia)... se acerca a su ser.
Su trabajo con el Koan Mu no termina con el fin de haberse levantado, sino con su aspiración de tenerlo todo el momento presente. Si Usted está sentado al escritorio pregúntese, ¿Quien es el qué está sentado? Si Usted. está paseando por la ciudad pregúntese: ¿Quien es el qué pasea por la ciudad? Etc.
Con cada momento la pregunta toma presencia Usted sube un escalón mas al universo. Hasta que Usted reconozca „Mu“ y la pregunta se haga respuesta. ¡No se preocupe de la iluminación! Solamente concéntrese en la pregunta. Aunque al principio la iluminación no la haya vivido, el sentarse le ayudará a tener el efecto de relajamiento. Reconocerá que el sentarse le ha sentado bien. En ese tiempo ocúpese de si mismo. Ese tiempo es solo para Usted, es suyo.
¿Como se reconoce Usted que está en el buen camino? ¡Sea sensible como Usted pronuncia las palabras „yo, tu, mio, tuyo“! ¿A quien se refiere Usted cuando dice „yo“? ¡Sea Usted sensible con su percepción (ver)! Al ver un objeto si aquí o allá es lo mismo. ¿Qué es mu?
¿Es la solución una palabra? !No!
Ralf Scherer

martes, 15 de noviembre de 2011

Para una refundación de las prácticas sociales (1) Felix Guattari

La rutina de la vida diaria y la banalidad del mundo tal como nos lo presentan los medios de comunicación, nos rodean de una atmósfera reconfortante en la que todo deja de tener verdadera importancia. Nos tapamos los ojos; nos obligamos a no pensar en el paso de nuestros tiempos, que velozmente deja atrás nuestro pasado conocido, que borra formas de ser y de vivir que aún están frescas en nuestra mente y emplasta nuestro futuro en un horizonte opaco cargado de densas nubes y miasmas. Dependemos aún más que nunca de la garantía de que nada está asegurado. La desintegración de una de ellas ha desestabilizado el equilibrio de las dos "superpotencias" de ayer, que durante tanto tiempo se apuntalaron la una a la otra. Los países de la antigua Unión Soviética y de Europa del este se han visto arrastradas a un drama sin solución aparente. Los Estados Unidos, por su parte, no se han salvado de las violentas turbulencias de la civilización, como hemos visto en Los Ángeles. Los países del Tercer Mundo aún no se han sacudido la parálisis de encima: África, en especial, está estancada en un atroz tiempo muerto. Los desastres ecológicos, el hambre, el desempleo, el aumento del racismo y la xenofobia plagan, como tantas otras amenazas este fin de milenio. Al mismo tiempo, la ciencia y la tecnología han evolucionado a una extrema velocidad, facilitando al hombre los medios para resolver prácticamente todos sus problemas materiales. Pero la humanidad no ha sacado partido de estos medios, y sigue perpleja, impotente ante los retos a los que se enfrenta. Contribuye pasivamente a la contaminación del agua y del aire, a la destrucción de los bosques, al cambio climático, a la desaparición de una gran cantidad de especies, al empobrecimiento del capital genético de la biosfera, a la destrucción de los paisajes naturales, a la asfixia en que viven sus ciudades y al progresivo abandono de los valores culturales y de las referencias morales acerca de la solidaridad y la fraternidad... La humanidad parece haber perdido la cabeza o, más específicamente, la cabeza ya no trabaja en sintonía con el cuerpo. ¿Cómo puede la humanidad encontrar la brújula para reorientarse dentro de una modernidad cuya complejidad le sobrecoge?  

 Meditar sobre esta complejidad, renunciar, en particular, al enfoque reductivo del cientificismo cuando lo que hace falta es cuestionar sus prejuicios e intereses a corto plazo: esta es la perspectiva necesaria para entrar en esa era que he definido como "post-media", en un momento en el que todas las grandes revoluciones contemporáneas, positivas y negativas están siendo juzgadas de acuerdo con la información que se filtra por la industria de los medios de masas, que retiene sólo una descripción del evento [le petit coté événementiel] y nunca plantea lo que está en juego en toda su complejidad.
 Es cierto que es difícil conseguir que las personas salgan de sí mismas, se olviden de sus preocupaciones más inmediatas y reflexionen sobre el presente y el futuro del mundo. Le faltan motivaciones colectivas para hacerlo. Casi todos los medios antiguos de comunicación, de reflexión y de diálogo se han disuelto en favor de un individualismo y una soledad a menudo equiparables a ansiedad y neurosis. Por eso yo abogo por la invención -bajo los auspicios de una nueva confluencia de la ecología medioambiental, la ecología social y la ecología mental- de un nuevo montaje colectivo de enunciados en lo que se refiere a la familia, al colegio, al barrio, etc...
 El funcionamiento de los medios de masas actuales, y de la televisión en particular, es contraria a esta perspectiva. El telespectador permanece pasivo frente a la pantalla, preso de un relación semihipnótica, aislado del otro, vacío de consciencia de responsabilidad. ( RESUMEN DE LA NOTA PUBLICADA)

1. Unas semanas antes de su súbito fallecimiento el 29 de agosto de 1992, Félix Guattari nos envió [a Le Monde Diplomatique] este texto. Con el peso adicional que le confiere la triste desaparición del autor, esta ambiciosa y amplia colección de reflexiones adquiere en cierto modo el carácter de un testamento filosófico.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Maestro Thaisen Deshimaru

Taisen Deshimaru nació en 1914 en Saga (Japón), en el seno de una antigua familia de samurais.
Cuando Deshimaru conoció a su maestro Kodo Sawaki, éste, sentado en zazen sin darse la vuelta, sin ni siquiera levantar la vista, le dijo: 'Esperaba tu visita con impaciencia.' Un poco antes de morir, Kodo Sawaki le ordenó monje y le pidió que llevara el zen y el zazen a Occidente.
A la muerte de su maestro, Deshimaru permaneció sentado en zazen durante 49 días. Dos años más tarde arregló sus asuntos y tomó el Transiberiano con dirección a Francia, sin dinero, sin conocer ni una palabra de francés, sólo con su kesa (vestidura de la transmisión) y con los cuadernos de notas de su maestro. Tenía cincuenta y tres años. La semilla del zen había llegado a una tierra nueva.
A principios del año 1982 se pone enfermo, lo que no le impide seguir haciendo zazen todos los días con sus discípulos. En primavera se va de Francia a Japón y muere el 30 de abril. Sus últimas palabras para sus discípulos son: 'Por favor, continuad zazen.'
Actualmente hay centros de la escuela Zen Soto dirigidos por discípulos de Deshimaru en muchas partes del mundo.

EL CONOCIMIENTO COMO REDUCTOR DE LA ANSIEDAD Y FACTOR DE CRECIMIENTO

Hasta ahora he estado hablando de la necesidad de conocer por sí misma, por el placer puro y la primitiva satisfacción del conocimiento y la comprensión per se. Hace a la persona más sabia, rica, fuerte, más evolucionada, más madura. Representa la realización de una potencialidad humana, el cumplimento de este destino humano prefigurado por las posibilidades humanas. Podemos compararlo al florecimiento sin obstáculos de una flor o al canto de los pájaros. Así es como un manzano produce manzanas, sin esfuerzo, sin trabajo, simplemente como expresión de su propia naturaleza interior.
Pero sabemos también que la curiosidad y la exploración son necesidades “más elevadas” que la seguridad; es decir que la necesidad de sentirse seguro, sin ansiedad ni temores es más fuerte y dominante que la curiosidad. Podemos observarlo abiertamente tanto en los monos como en los niños. El niño pequeño, si se le sumerge en un ambiente extraño, se aferrará característicamente a su madre y, sólo después, se aventurará poco a poco fuera de su regazo para ir investigando las cosas, explorando e investigando. Si la madre desaparece y el pequeño se asusta, también desaparece la curiosidad hasta el momento en que se restablece la seguridad. Tan sólo explora desde puerto seguro. (…)
El ser humano adulto es mucho más complejo y simulado por lo que hace a sus ansiedades y temores. Si no consiguen doblegarle del todo, tiene muchas posibilidades de reprimirlas, de negar incluso ante sus propios ojos que existen. Con frecuencia ni siquiera “sabe” que está asustado.
Hay muchas maneras de hacer frente a estas ansiedades y temores y algunas de ellas son de tipo cognoscitivo. Para tales personas lo desconocido, lo percibido con vaguedad, lo misterioso, lo oculto, lo inesperado son posibilidades de amenaza. Un modo de familializarse con todo ello, de volverlo previsible, dirigible, y controlable, es decir, de volverle inofensivo e incapaz de asustar, consiste en conocerlo y comprenderlo bien. Tal conocimiento no sólo reporta una función de avance en el desarrollo, sino también una función de reducción de la ansiedad, una función homeostática protectora. El comportamiento franco puede ser muy similar a éste, pero sus motivaciones quizás sean diferentes en grado sumo, lo mismo que sus consecuencias subjetivas.
Ya que cuando se actúa desde el desarrollo y no desde la seguridad o el miedo uno se siente más realizado, brillante, mas fuerte, maduro, capaz, triunfante, más perceptivo.
Esta dialéctica motivacional puede observarse a través de las grandes realizaciones humanas, la grandes filosofías, las esctructuras religiosas, los sistemas políticos y legales, las diversas ciencias y hasta la cultura considera como un todo global. Si lo formulamos sencillamente, quizás con simplicidad excesiva, diríamos que representa –en proporciones diversas – la consecuencia de las necesidades de comprender y sentirse seguro. Algunas veces, las necesidades de seguridad pueden ligar las necesidades de conocimiento a sus propios fines de reducción de la ansiedad, de un modo casi totalmente absorvente. La persona libre de ansiedades puede ser más osada y más valiente; puede investigar y teorizar per se. Es razonable suponer que esto último se acerca mucho más a la realidad de los hechos. Una filosofía, religión o ciencia de la seguridad, tienen muchas más probabilidades de resultar ciegas que una filosofía, religión o ciencia del desarrollo.
Extracto de un capítulo del libro de Abraham Maslow "El hombre autorrealizado"

viernes, 4 de noviembre de 2011

Grecia, del Olimpo al infierno

A pesar de que el gobierno insiste en que el ajuste fiscal es necesario para mejorar la posición del país frente a los mercados internacionales, los ciudadanos se van convenciendo de que el costo social es demasiado alto.
Desde el año pasado, el gobierno viene aumentando impuestos y recortando pensiones y salarios públicos. El mes pasado, las autoridades anunciaron que reducirían el sueldo de 30.000 empleados estatales como medida previa al cese de sus contratos, y que recortaría las pensiones de casi medio millón de retirados del sector.
Además, el gobierno impuso un “impuesto de solidaridad”, que va de uno a cuatro por ciento de los ingresos, volcando así en los contribuyentes la carga de los servicios a los desempleados. También introdujo gravámenes adicionales a los trabajadores autónomos.
Asimismo, elevó el impuesto al valor agregado sobre la mayoría de los bienes y servicios. La tasa a los alimentos creció de 13 a 23 por ciento.
A pesar de todas estas medidas, Atenas no ha podido controlar la crisis. La semana pasada, la Unión Europea concluyó el Acuerdo de Bruselas, destinado a reducir a la mitad la carga de la deuda griega. La economía se contrajo cinco por ciento este año, mientras que el desempleo llegó a 20 por ciento de la población activa.
Como consecuencia, muchos afrontan la amenaza de la extrema pobreza por primera vez en sus vidas. Muchas personas han quedado sin hogar y, a pesar de que se avecina el invierno, se han reunido en masa en las principales plazas del país.
La organización sin fines de lucro Doctors of the World (Médicos del mundo) lleva adelante un programa voluntario para ayudar a las personas sin techo y también administra una policlínica en Perama, distrito de Atenas donde la mayoría de la población económicamente activa dependía de la construcción y reparación de la dársena. El colapso de esa industria en los últimos dos años llevó a la pobreza a cientos de familias del distrito.
Nikitas Kanakis, director de Doctors of the World, señaló que Atenas se encontraba al borde de una crisis humanitaria.
“De los 40 niños y niñas que examinó nuestro pediatra hace dos semanas, 23 estaban desnutridos”, dijo. ”Hace unos años atrás pensábamos que este país había pasado la etapa en que la falta de comida era un prominente problema social. Ahora estamos haciendo pedidos públicos de suministros, para poder proveer a los que necesitan raciones secas y ropa, junto a nuestros medicamentos”.
Según Giorgos Apostolopoulos, jefe del Centro de Atenas para Personas sin Hogar, la falta de alimentos está llegando a un punto crítico.
El Centro, que distribuye comida varias veces al día para personas necesitadas, ha experimentado un incremento de 30 por ciento en las visitas desde inicios de este año. “Ofrecemos 3.000 comidas diarias en nuestro Centro, y la Iglesia Ortodoxa Griega ofrece otras 3.200 a través de nuestras instalaciones”, dijo Apostolopoulos.
Hace unos pocos días, el Centro hizo un pedido público de donaciones de pasta y salsa de tomate enlatada para cubrir las raciones del fin de semana, que se habían visto afectadas por la falta de recursos. Alrededor de 12.000 comidas son ofrecidas en Atenas todos los días a necesitados.
“Aunque hemos visto un definido incremento en los visitantes, es extremadamente difícil calcular el número exacto de personas que sufren carencias, ya que los que experimentan esas condiciones por primera vez tienden a ser muy reservados”, añadió.
Apostolopoulos subrayó que él y sus colegas atravesaban serias dificultades a diario para mantener activo el centro. ”Considerando que la crisis económica y política ejerce una enorme presión en las estructuras administrativas, tenemos que luchar para sobrevivir cada día aquí. Créame, es una realidad muy difícil que tenemos que afrontar”, dijo.
Otro problema es el abuso de drogas, que ahora es rampante en espacios públicos, sobre todo afuera de universidades, sin que haya vigilancia o esfuerzos de prevención.
Evvagelos Liapis, médico del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, dijo que las policlínicas móviles del instituto habían examinado a unas 8.000 personas desde junio.
“Aunque aún no podemos ofrecer números exactos, ya podemos constatar una obvia correlación entre el deterioro económico y las condiciones de salud de grupos sociales específicos. Los impactos de la crisis los sienten sobre todo las personas sin hogar, los inmigrantes indocumentados y los adictos a las drogas en el centro de Atenas”, dijo.
“Hemos notado un significativo incremento de las enfermedades transmitidas por contacto de piel o sexualmente, como la sífilis. Estamos también estudiando un posible incremento en los casos de hepatitis y de VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) entre esos grupos de personas”, agregó.
Liapis cree que el deterioro de las condiciones de salud es el resultado directo del colapso de los programas sociales, como los de intercambio de jeringas para adictos a las drogas.
“Un adicto sin dinero seguramente preferiría ahorrar un euro para su dosis que comprar una nueva jeringa”, lo que lo pone en riesgo de contraer el VIH. “Además del aumento de las enfermedades de transmisión sexual, hemos tenido también fuertes indicios del incremento de la prostitución callejera”, añadió.
En septiembre, el ministro de Salud, Andreas Loverdos, informó que los suicidios se habrían incrementado 40 por ciento en los primeros meses de 2011.

Daniel Kahneman: El enigma de la experiencia frente a la memoria | Video on TED.com

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