domingo, 20 de febrero de 2011

"LA NUEVA ERA"




La corriente filosófico-existencial imperante en la sociedad occidental, secularizada tras un profundo arraigo cristiano que se halla ya superado por la llamada Nueva Era, ha permitido que se dieran las circunstancias idóneas para una rápida expansión de tradiciones trascendentales como el budismo, que en pocos años ha ganado más y más adeptos en Europa y Estados Unidos.

Es un hecho que la popularidad de una figura como la del Dalai Lama, otrora defenestrada por férreas convicciones religiosas de corte romano-occidental, ha experimentado un notable ascenso en las diferentes sociedades occidentales durante los últimos años. El papel del líder espiritual del budismo tibetano ha pasado en Occidente del gran desconocido al entrañable personaje cuya voz y opinión es tenida en cuenta cada día más.


Tal es el calado que el budismo tibetano ha logrado en el nuevo pensamiento occidental que ciertamente encontramos la huella de esta filosofía oriental en buena parte de las bases y principios más sobresalientes de la llamada  (“New Age” en inglés) que, hoy por hoy, concentra buena parte de la actividad intelectual occidental.


Uno de estos principios coincidentes es la concepción globalizadora del conocimiento o, dicho de otra forma, la creencia en una conciencia que, más allá de los individuos y su ciclo vital, va perpetuándose en un camino sin fin ni principio.


La influencia del budismo en el “New Age” se deja ver también en la visión trascendental de la misma existencia del hombre, estableciendo la consecución de una meta como el final de un camino de esfuerzo y autocontrol de las facetas tanto física como mental y emocional –concepción, por otra parte, holística del ser humano- , hasta llegar a un nivel elevado de consciencia.


Definitivamente, la cultura occidental ha dejado atrás el racionalismo práctico y se ha dejado invadir por actores como el misticismo, la meditación, la visión trascendental de la existencia y tradiciones y técnicas basadas en la conjunción de cuerpo, mente y alma en un todo inseparable.

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