viernes, 12 de agosto de 2011

Francisco Varela: La mente y la conciencia desde la perspectiva científica, filosófica y budista

Hay un número cada vez mayor de pruebas que el budismo puede tener potencialmente una importante y productiva influencia sobre la ciencia moderna, principalmente a dos niveles: (i) a nivel de la investigación detallada en el estudio de la mente, y (ii) el impacto epistemológico sobre los fundamentos de la ciencia, especialmente en la física. Las biociencias se han desarrollado enormemente durante los últimos 50 años. Una de sus principales ramas es el estudio de la mente, la cognición, las emociones y los fenómenos mentales, donde las ciencias del cerebro, o neurociencias, tienen un papel fundamental. Hay una confluencia inusual de disciplinas que colectivamente dirigen su enfoque a la naturaleza de la cognición, la emoción y la acción. Estas disciplinas incluyen a la neurociencia, la genética molecular, la psicología experimental, la inteligencia artificial y la lingüística. Algunos esfuerzos interdisciplinarios muy importantes han aparecido de esta hibridación, incluyendo las ciencias cognitivas, la neurociencia y la neurociencia de las emociones. Estas nuevas ciencias interdisciplinarias han aceptado rápidamente el estudio de la mente como un objeto científico y han permitido que la ciencia moderna se acerque a este esfuerzo con un rigor y precisión sin precedentes. Como consecuencia de esta investigación pionera, la ciencia ha estado despertando gradualmente a lo que, hasta muy recientemente, parecía ???Falto de rigor científico???: la conciencia misma. ¿Puede un estudio científico de la mente dejar fuera lo que está siempre presente en los seres humanos: su propia experiencia? ¿Qué es la Conciencia? ¿Cómo está relacionada con las otras habilidades mentales generadas por el cerebro; como la visión, la emoción, y la memoria? ¿Cuan plástico es el potencial del cerebro para cubrir las necesidades humanas en medicina y educación? Esta conciencia ???revolución??? ha traído al primer plano el simple hecho de que estudiar el cerebro y el comportamiento requiere de un complemento equitativamente disciplinado: la exploración de la experiencia misma. Es aquí donde el budismo aparece como una fuente sobresaliente de observaciones que se ocupan de la mente humana y la experiencia, acumulado durante siglos con un gran rigor teórico, y, lo que es aún mas importante, con ejercicios y prácticas muy precisos para la exploración individual. Este tesoro de conocimientos es un asombroso aporte para la ciencia. Donde el refinamiento material de la ciencia es incomparable en estudios empíricos, el nivel experiencial todavía es inmaduro e ingenuo, comparado con el tiempo que la tradición budista le ha dedicado a estudiar la mente humana. (Francisco Varela 1946 - 2001)

No hay comentarios:

Publicar un comentario