Al ir madurando, de una manera u otra nos empezamos a preguntar: “¿Cuál es el sentido de la vida?”, podríamos contestar: “¿Qué cosa no forma parte del sentido de la vida?”, “TODO ES VIDA”. Pero esa salida es demasiado engañosa y la pregunta sigue intacta. Tal vez el sentido de la vida sea trabajar mucho para lograr algo, o hacer un esfuerzo para lograr metas elevadas, como ser un gran profesor, un gran científico o un gran estadista. O tal vez deberíamos perfeccionar nuestra civilización al máximo para hacer de este mundo un lugar fabuloso. Todos tendrían alimentos en abundancia, las viviendas serían cómodas y la convivencia agradable. Esto es un sueño, es algo irreal, seamos sensatos y a no mentirnos.
En cada instante de nuestra vida está presente el sufrimiento y la muerte, porqué que donde hay un comienzo tiene que haber un fin. Tenemos que ser concientes que vamos a tener momentos de mucha felicidad, pero ojo también vamos a tener momentos de irritación, eso es parte de la vida y hay que aceptarlo. Hay que aprender a convivir con el dolor y comprender que es parte de la vida, que nos va a acompañar durante todo nuestra vida.
Resistir el dolor, no hace más que aumentar su intensidad. El dolor es algo real, es un compañero constante. Si lo que buscamos es eternidad, felicidad o seguridad estable y no aceptamos el dolor como parte de nuestra existencia, entonces nuestra experiencia de vida va a ser duhkha o sufrimiento.
CHÖGYAM TRUNGPA
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