Cuando mi maestro enseñaba la Vía a sus discípulos hablaba de la ayuda que podía proporcionar zazen para resolver la crisis del mundo actual provocada por el desequilibrio entre el idealismo y el materialismo. Era hace veinte años. Hoy no nos parece que haya tanto problema de desequilibrio, el materialismo ha ganado, los profesores de filosofía están en el paro, no hay más conflicto, sólo un vencedor para contarnos el mundo. Tiene como director de conciencia el santo consumismo con sus vestidos preciosos y una joya brillante, la pantalla de televisión que nos da la imagen de un mundo perfecto. Incluso la vida de los dinosaurios, la tenemos en directo. Existen algunas personas que cada mañana se sientan en la postura de zazen, sin moverse, haciendo la paz en su espíritu y en su cuerpo. Parece una tontería, pero es la verdad. ¿Qué hacen, inmóviles, sin hablarse y además sin pensar en ellos mismos? ¿Están dormidos? No, alcanzan el Despertar del Buda en la misma postura que él experimentó bajo el árbol de la Bodhi hace 2500 años. Realizan la realidad en un único instante.
¿Qué es la realidad? Es el mundo tal como lo percibimos alrededor de nosotros. Es nuestro universo. Lo construimos de un modo subjetivo, pensando en el interior: “es así”, o creyendo “en algo”. Está definida por nuestras imágenes mentales, el intelecto. O la aprehendemos de un modo objetivo con el contacto con un objeto a través de los sentidos y pensando “es azul” o “es grande” o “es bueno”, lo que relaciona también la conciencia objetiva con el intelecto. Cada definición que tenemos de la realidad está hecha de forma intelectual, que la aprehendemos de un modo subjetivo u objetivo. La realidad es un nombre, un color, un concepto, una característica, una idea. Lo que llamamos realidad es una imagen construida por la mente. Es la ilusión que denunció Shakyamuni Buda. Confundimos la imagen con la cosa real. Tenemos la costumbre de no hacer diferencias entre el objeto definido por su nombre y su existencia tal como es en la realidad, donde no tiene nombre. Hemos perdido el contacto con la cosa real.
martes, 31 de agosto de 2010
domingo, 29 de agosto de 2010
EL SUFRIMIENTO
El sufrimiento al que se refieren los Buda no se limita a las sensaciones dolorosas, ya sean corporales, mentales o emocionales. Se refiere más bien, en un sentido amplio, a la insatisfacción continua en la que vivimos los seres humanos, a la ausencia de tranquilidad interior, de paz interior, de serenidad, de libertad profunda. La agitada actividad de nuestra mente nos produce sufrimiento, la pobreza nos produce sufrimiento, la riqueza también. Incluso la felicidad produce sufrimiento porque cuando somos felices tenemos miedo a dejar de serlo, nos apegamos a la felicidad. Y esto es sufrimiento. Vamos allí y vemos sufrimiento, vamos allá y vemos sufrimiento. Nos quedamos aquí y vemos sufrimiento.
Este sufrimiento profundo, existencial, no puede ser resuelto ni acallado ya con pequeños remedios, ni con narcóticos, sino únicamente mediante una práctica espiritual profunda y exacta que nos permita acceder a la otra orilla del río de la vida: la visión clara de la auténtica naturaleza original de nuestra existencia.
viernes, 27 de agosto de 2010
UN MAESTRO ZEN
La expresión filosófica del budismo Zen no es un sistema de pensamiento estrecho y rígido, sino una transmisión de conceptos forjados por una experiencia milenaria y a la vez siempre nueva. Las palabras iluminan la existencia cotidiana captada en su raíz. En el Soto Zen, el Maestro no dispensa su enseñanza solamente a través de conferencias. Regularmente procede a un intercambio de preguntas y respuestas con sus discípulos.
miércoles, 25 de agosto de 2010
(Tozan, undécimo patriarca Zen (807-869).
No busquéis el camino en los otros,
en un lugar lejano;
el camino está bajo nuestros pies.
Ahora viajo solo…
Pero puede encontrarlo en todas partes;
ciertamente, él es ahora yo,
en un lugar lejano;
el camino está bajo nuestros pies.
Ahora viajo solo…
Pero puede encontrarlo en todas partes;
ciertamente, él es ahora yo,
martes, 24 de agosto de 2010
EL EGO - Chögyan Trunpgpa, Maestro del Budismo Tibetano
Según su análisis, desde la perspectiva budista la creación del ego es un proceso neurótico basado en la ignorancia de nuestra verdadera situación. Un examen de la formación global del ego lleva al conocimiento de esta confusión y nos brinda la oportunidad de desarrollar una inteligencia libre y plena. La práctica de la meditación nos presenta como el medio a través del cual podemos ver clara y directamente nuestra situación real.
sábado, 21 de agosto de 2010
Primeros Pasos en la Vía del Zen:
La Entrada en el Refugio
En un árbol hay flores, hojas, ramas, tronco y raíces. En la Vía del Zen también. Antes de entrar en la corriente sólo veíamos las flores, las hojas y las ramas del Zen. Entramos en la corriente porque nos damos cuenta de que estas hojas, flores y ramas están sustentadas por un tronco, y este tronco se yergue sobre la tierra gracias a la fuerza de sus raíces. Al darnos cuenta de esto surge naturalmente el deseo de entroncarnos y de enraizarnos en la Vía del Zen.
El Zen se convierte en nuestra Vía.
La Vía espiritual que queremos recorrer.
Y para guiarnos en nuestro recorrido aparecen tres estrellas:
El Buda, el Dharma y la Sangha.
En un árbol hay flores, hojas, ramas, tronco y raíces. En la Vía del Zen también. Antes de entrar en la corriente sólo veíamos las flores, las hojas y las ramas del Zen. Entramos en la corriente porque nos damos cuenta de que estas hojas, flores y ramas están sustentadas por un tronco, y este tronco se yergue sobre la tierra gracias a la fuerza de sus raíces. Al darnos cuenta de esto surge naturalmente el deseo de entroncarnos y de enraizarnos en la Vía del Zen.
El Zen se convierte en nuestra Vía.
La Vía espiritual que queremos recorrer.
Y para guiarnos en nuestro recorrido aparecen tres estrellas:
El Buda, el Dharma y la Sangha.
viernes, 20 de agosto de 2010
UN MENSAJE DE BONDAD AMOROSA Y PAZ
Vivimos en tiempos de mucha incertidumbre. La humanidad y los seres vivientes están constantemente bajo amenaza y hay una necesidad urgente de crear las causas para la armonía en todo el mundo. Todas las religiones principales del mundo y las tradiciones humanitarias enseñan los valores éticos de la tolerancia, la paciencia, la bondad amorosa y la compasión. En la medida en que estos principios universales sean abrazados y se arraiguen en las mentes y corazones de más y más personas, la paz mundial se convertirá en algo alcanzable.
Kushinagar, Uttar Pradesh, India
martes, 17 de agosto de 2010
ALGO DE BUDISMO ZEN
A cierta flor la llamamos ROSA, no es que sea su nombre – no lo tiene-, pero tenemos que llamárselo, si no lo hiciéremos sería difícil distinguir entre una ROSA y un LOTO. Y si quisieras una ROSA te resultaría difícil decir qué es lo que quieres. Son requerimientos. Sí, tienes necesidad de un cierto nombre, de una etiqueta, pero no eres el nombre ni la etiqueta.
Este entendimiento debe abrirse paso en ti: no eres tu nombre, no eres tu forma. No perteneces a nadie, a ninguna secta ni organización. Debes entender que el todo te pertenece y que tú le perteneces al todo. Es cierto. Con este entendimiento tu ego empezará a soltar presa, y un día sabrá que podrás utilizarlo, pero ya sin que él te utilice a ti.
Lo segundo que hay que recordar es que el ego se identifica con un rol, con una función. Alguien es administrativo, otro es delegado, el otro es jardinero, y otro distinto es gobernador. Son funciones, son cosas que haces; pero no son tu ser. Cuando alguien pregunta: ¿ quién eres?, y tú dices: “ SOY INGENIERO “ , tu respuesta es errónea. ¿ Como puedes ser Ingeniero?. Eso es lo que haces, no lo que eres. No te encierres demasiado en tu función, porque encerrarse demasiado en ella es encarcelarse. Realizas la función de ingeniero, o el trabajo de médico, o de un gobernador, pero eso no significa que tú eres eso. Puedes abandonar el trabajo de ingeniero y convertirte en pintor, y puedes dejar de ser pintor y ser barrendero……. Eres infinito.
Hay un dicho chino que habla que el ser humano nace infinito, pero poca gente muere infinita. EL SER HUMANO NACE INFINITO Y MUERE FINITO.
El día despunta y pronto sigue la noche.
La vida es efímera como el rocío.
Y no obstante, la ipomea, despreocupada,
Florece y florece
Su vida corta y completa
BASHO
La Ipomea es un símbolo exacto de la vida, cuando la ipomea florece en ese corto espacio de tiempo, su floración es completa. Es total, y no le falta nada. Esos pocos instantes son suficientes. Es un contacto con la eternidad
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