viernes, 29 de abril de 2011

"TRATAR DE VER LA REALIDAD"

Si queremos adentrarnos en las enseñanzas del Budismo, tenemos que comprender que se trata de enseñanzas y práctica de meditación, un contexto completamente diferente a las religiones mayoritarias, cuya base es el adoctrinamiento y se persigue una salvación del individuo. Para la opinión de muchos occidentales el budismo es pesimista, porqué insiste en el sufrimiento o en la insatisfacción. No podemos pretender que la vida sea una panacea, porque no es real y tenemos que ser honestos con nosotros mismos desde el vamos, para no truncar nuestra práctica, que de eso se trata. El Budismo se practica con meditación apoyada en la lectura; con la meditación logramos crear un recreo, un espacio en nuestras actividades cotidianas y estar con nosotros mismos, de asumir lo que somos y convivir con nuestros problemas e irritaciones. La meditación  nos permite encarar la vida como algo que es posible manejar, no es necesario estar aislado del mundo y huir de los aspectos mundanos  de la sociedad en la cuál vivimos. Aprendemos a manejar nuestras emociones positivas o negativas, a tener una conciencia aún más panorámica, comenzamos a cambiar nuestras actitudes, que se vuelven más cálidas y compasivas. "El enfoque del budismo consiste esencialmente en cultivar un sentido común trascendental, en ver las cosas tal como son, sin exagerar nada ni ponernos a soñar con lo que nos gustaría ser."

martes, 26 de abril de 2011

EL PODER DEL AHORA

Ayya Gunasari Bhikkhuni



Nació en Myanmar en 1.932 y después de convertirse en médica, inmigró a Estados Unidos para trabajar en el campo de la medicina con su esposo en 1.961. Después de la llegada de cinco hijos, comenzó su meditación a finales de los años setenta bajo la tutoría de Taungpulu Sayadaw, Sayadaw U Silananda y Sayadaw U Pandita.
Después de casi treinta años, con muchos retiros con estos maestros, ha desarrollado la práctica de los Cuatro Fundamentos de la Atención y de la Meditación Vipassana como fue enseñado por ellos.
En el año 2.002, luego de ser abuela, entró a la vida monástica como una samaneri (novicia) a la edad de 70 años en Dharmavijaya en Los Ángeles, ordenada por el Ven. Bhante Pannyaloka Mahathera y el Ven. Bhante Dr. Walpola Piyananda, Jefe del Sangha Nayaka Thero del Sangha de Sri Lanka en Norteamérica.
En el año 2.003, ella junto a Ayya Saccavadi se convirtieron en las dos primeras mujeres birmanas en ser totalmente ordenadas en Sri Lanka como bhikkhunis conforme a la tradición Theravada vía ordenación doble por el Ven. Dhammaloka Nayaka Thero de la Secta Amarapura en Sri Lanka.
Seguido a la ordenación completa, volvió a Estados Unidos donde ha estado implicada de manera activa en la organización de varios retiros de Meditación Vipassana y clases en el Centro de Meditación Vipassana Thanti Thistar en Riverside, California del Sur. En el año 2.006, fue galardonada como una Mujer Budista Excepcional en el Día Internacional de la Mujer por la Naciones Unidas. En el año 2.007, a pedido de S.S. El XIV Dalai Lama, participó como oradora en el Primer Congreso Global de Mujeres Budistas en Hamburgo, Alemania.
Ayya Gunasari se trasladó al Centro de Meditación Dhamma Dena junto con Ayya Saccavadi y Sayalay Ma Uttamatherhi tras un ofrecimiento de Ruth Denison de Samadhi House (una casa de retiro con 7 habitaciones) como alojamiento monástico al Bhikkhuni Sangha en mayo de 2.007.

sábado, 23 de abril de 2011

Enseñanzas filosóficas de un monje budista

El maestro Yhangchub es de origen británico y tiene 17 años de ser budista. Cuando le preguntamos de qué religión era, respondió: "Soy un ser humano", contestación que dice mucho de lo que predica.
Refirió que el budismo es muy antiguo, ya que tiene 2 mil 600 años de historia y se basa en las enseñanzas de la figura histórica llamada Buda, quien era un príncipe real que renunció a su palacio, con el propósito de seguir el camino espiritual. UNA ENSEÑANZA CON TRES PROPOSITOS
Luego -añadió- Buda se dedicó a la parte de la meditación, enseñanzas que después impartió luego de lograr la iluminación, que es lo que se conoce como budismo. 

Explicó el monje budista que las enseñanzas budistas tienen tres propósitos. El primero, ayudarnos a mejorar la calidad de vida; el segundo, ayudar a librarse fácilmente del enojo, del apego, o sea, de lo que llamamos perturbaciones mentales; y tercero, lograr lo que se llama iluminación espiritual.  

Cuántas veces no hemos visto monjes budistas por las calles de Managua con unos largos trajes color amarillo o anaranjado. El maestro budista explica que esa vestimenta simboliza la vida sencilla, la que se expresa con el color morado.
El amarillo en la vestimenta representa la sabiduría, la que el maestro Yhangchub ocupa para impartir clases, explicando que andar con la cabeza calva significa para ellos que buscan la felicidad por dentro y no por fuera.
El budismo tiene como punto de referencia los montes del Himalaya en el lejano Nepal, país que para el maestro Yhangchub es igualito que Nicaragua, "la vida es dura, mucha falta de salubridad, mucha desnutrición y mucha pobreza".
El monje budista dijo que es una creencia común en Occidente creer que Buda da suerte para el dinero y el amor, "pero Buda es un ser iluminado, cuyo principal propósito siempre fue enseñar a alcanzar la paz interna". MEDITACION SOBRE TODO
Para alcanzar la paz interna, principal recomendación que hace el maestro originario de Gran Bretaña, es necesaria la meditación, pues al alcanzarla se logran muchos beneficios, porque se descansa el cuerpo y la mente.
Es un error creer que se logra la meditación poniendo la mente en blanco -manifestó-; meditación es ofrecer las herramientas para cambiar fundamentalmente por medio de una combinación de estudio y contemplación.
"Las enseñanzas budistas nos ofrecen muchas meditaciones que podemos hacer para curar diferentes problemas de la vida diaria, debido a que nos ayudan a curar enojos, depresión y a sentir valor en la vida".




Krishnamurti, la atención

lunes, 18 de abril de 2011

Comentarios sobre el Shodoka

Cuando se despierta plenamente al cuerpo del dharma, ningún objeto existe.
La fuente original de nuestra propia naturaleza es la pura naturaleza de Buda.

 ¿Qué es la suerte? A menudo los horóscopos de los periódicos predicen suerte o desgracia, buen o mal destino. ¿Es una suerte obtener algo? ¿No podría eso volverse también una carga? ¿Es una desgracia perder nuestro dinero? Si perder nuestro dinero aligera nuestras obligaciones, es una buena cosa, ¿no es verdad? ¿No están ustedes de acuerdo cuando digo que no comprendemos qué es una suerte y qué es una desgracia? Si miramos por segunda vez y profundizamos en la cuestión, la una y la otra son buenas. Obtener y dar es lo mismo.

Lao Tse dice: "La belleza no es una ventaja." Es una desgracia tener un rostro bello. Siendo así, ¿es una suerte ser feo? ¿Quién podría decir tal idiotez? No se puede decidir sobre tales asuntos. No tienen importancia. Porque una persona haya nacido bella o no, no tiene porqué tener más o menos suerte que cualquier otra. Eso es una cosa que la gente decide por su propia cuenta. La gente se queja siempre: "¡Usted es tan guapo, y yo no valgo nada!." Pero eso no es tan importante. Valoramos una situación pasajera y por su causa gemimos y envidiamos a los otros. Los hombres son criaturas extrañas. El rico mira al pobre de arriba a abajo. El que tiene buen aspecto es arrogante. Una persona inteligente se da aires de importancia. Pero, ¿qué es lo que cuenta? Después de muertos no queda nada de nada. Si este género de cosas no hubiesen nacido, no existirían. No han aparecido más que por un breve período. 

Maestro Kodo Sawaki 

sábado, 16 de abril de 2011

LA TAZA VACÍA


Érase una vez, en la época de los samuráis, en el antiguo Japón medieval, un orgulloso guerrero que fue a visitar a uno de los más respetados Maestros Zen de por aquel entonces. Al llegar, hizo sus presentaciones, narrando los inmensos conocimientos y las extensas y variadas experiencias de las que se había hecho acreedor. Después, una vez hubo finalizado su prolijo relato, explicó el motivo de su visita:


-Maestro, he venido para saber todavía más. Para acumular más experiencia. He venido para aprender todos y cada uno de los secretos del Zen.


-Muy bien, hijo. -Le contestó el maestro-. Pasa y toma asiento, te prepararé una taza de té. Seguro que reconfortará tu cuerpo y quizás también tu espíritu.


Una vez dentro, el maestro, con suma humildad, le preparó y le ofreció al guerrero la prometida taza de té. Con aparente distracción, mirando tiernamente a los ojos de su acompañante y con una sonrisa en los labios, el maestro vació el líquido de la humeante infusión en el recipiente que su invitado le ofrecía. Cuando el líquido llegó al límite de la taza, el maestro, con premeditada indiferencia y manteniendo su actitud humilde y su tierna mirada, siguió y siguió vertiendo más y más cantidad del humeante y aromático brebaje. Como era de esperar, el líquido, después de rebosar el límite de la taza, empezó a derramarse y a empapar el elegante kimono del soberbio visitante...


-¡Maestro! -Inquirió el guerrero, con contenido pero evidente enojo-. ¿No ha advertido usted que la taza ya está llena y que el líquido rebosante está empapando mi apreciado y excepcional kimono?


El maestro, después de respirar profunda y largamente, manteniendo su actitud humilde, acentuando su tierna mirada, remarcando algo más su sonrisa, e insistiendo en su aparente indiferencia, dijo, con infinita calma:


-Así como la taza de té, cuando está llena, impide que podamos introducir nuevo líquido; de esa misma manera, tu taza de conocimientos y de experiencias, en estado rebosante, impide que tú puedas construir, sentir e incorporar vivencia o aprendizaje alguno. Hijo mío, si de verdad quieres aprender los secretos del Zen, tendrás primero que vaciar tu taza. En caso contrario, desgraciadamente, nada podré hacer por ti.


El altivo guerrero, bajando la mirada y con un porte que pretendía asemejarse a la actitud de humildad mantenida por el anfitrión, contestó:


-Maestro, he entendido tu primera lección. Procuraré desprenderme de todos los conocimientos y de todas las experiencias que llenan mi taza, e intentaré impregnarme de tu sabiduría Zen.


No has entendido nada, hijo mío. Eso es imposible. Nunca podrás desprenderte de la totalidad de tus aprendizajes pasados -contestó el Maestro-. Pero no te preocupes, nos pasa a todos. De momento, me basta con tus palabras y con tu nueva actitud. Ahora, ya has abierto tu puerta. Ahora, ya estás preparado para aprender las enseñanzas del Zen...

viernes, 15 de abril de 2011

OSHO: Con la Meditación la vida será pura dicha

"LA CALIDAD DE LA INTERVENCIÓN DEPENDE DE LA CALIDAD DEL INTERVENTOR"

Es aquí donde todo nuestro desarrollo personal entra a jugar un rol primordial. Solo lograremos que grupos opuestos se sientan parte de un todo si nosotros mismos los sentimos. Aquí no hay lugar para hipocresías.
“Su poder era que daba por supuesto,  que no solo  le iban a caer bien las personas a las que conociera, sino que él les iba a gustar a ellas. Esa enorme seguridad en sí mismo, unida a la sincera confianza que tenía en otros, era una combinación tan irresistible como encantadora.”
“Era un arma tan poderosa que engendro un nuevo tipo de revolución. En vez de eliminar al enemigo y partir de cero, incorporo al enemigo a un nuevo orden deliberadamente construido sobre los cimientos del viejo. Al concebir su revolución, no solo como la destrucción del apartheid, sino, a largo plazo, como la unificación y reconciliación de todos los sudafricanos, Mandela rompió el molde histórico.
“Otro tipo de líder del CNA (partido de Mandela) habría podido escoger la opción, más fácil, de apelar a la indignidad y el dolor que había sufrido la Sudáfrica negra y convertirlos en un enfrentamiento violento. Hacía falta una sabiduría poco frecuente para que Mandela dijera a su gente (…) <<Entiendo vuestra ira. Pero, si estáis construyendo una nueva Sudáfrica, debéis estar preparados para trabajar con gente que no os gusta.
Una vez mas, Mandela nos ilumina con su sabiduria… Como podemos llevar estos aprendizajes a nuestra vida cotideana?

Nelson Mandela 

jueves, 14 de abril de 2011

La Filosofia Fundamental del Budismo - (1/2)

Pensamiento científico y filosofía moral - Richard Dawkins (subtitulado)

DE LA ESCASEZ A LA ABUNDANCIA

Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos ni cursilerías. Se trata de un asunto bastante más serio. Al hablar de amor, nos referimos a los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que nos profesamos a nosotros mismos. Así, amarnos es sinónimo de escucharnos, atendernos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos y, en definitiva, ser amables con nosotros en cada momento y frente a cualquier situación.

El primer paso para amarnos consiste en conocernos, comprendiendo cómo funcionamos para diferenciar lo que deseamos de lo que verdaderamente necesitamos para ser felices. Y aunque en un primer momento lo parezca, este proceso de autoconocimiento no es un fin en sí mismo. Es el medio que nos permite adueñarnos de nuestra mente, superando a través de la aceptación y el amor nuestros miedos, complejos y frustraciones.
Emocionalmente hablando, solo podemos compartir con los demás aquello que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no aprendemos a ser felices de forma autónoma e independiente, es imposible que podamos ser cómplices de la felicidad de las personas que nos rodean. No en vano, al vivir tiranizados por nuestras carencias, nos relacionamos desde la escasez, pendientes de que los demás nos den eso que no hemos sabido darnos. Por el contrario, al conectar con nuestra fuente interna de bienestar y dicha, entramos en la vida de los demás desde la abundancia, ofreciéndoles lo mejor de nosotros sin necesitar ni esperar nada a cambio.

Al adueñarnos de nuestros pensamientos nos convertimos en los creadores de nuestra experiencia interior. Es decir, de nuestras emociones, sentimientos y estados de ánimo. Y al adueñarnos de nuestra experiencia interior nos convertimos en los amos de nuestro destino. Se sabe que nos amamos cuando ningún comentario, hecho o situación provoca que reaccionemos mecánica e instintivamente. Metafóricamente, a esta “libertad psicológica” también se la denomina “el poder de la divinidad”.

“Solo poseemos aquello que no podemos perder en un naufragio” (Proverbio hindú)

miércoles, 13 de abril de 2011

Lecciones de Vida - El canto del pajaro - Anthony de Mello

karma, Samsara y Nirvana.



El karma se refiere a la ley de causa y efecto en la vida de una persona, cosechando lo que uno ha sembrado. Los budistas creen que toda persona debe pasar por un proceso de nacimiento y renacimiento hasta que llega al estado de Nirvana en donde rompe el ciclo. Según la ley del karma, "Tú eres lo que eres y lo que haces, como resultado de lo que fuiste e hiciste en una reencarnación anterior, lo cual a su vez fue el resultado inevitable de lo que fuiste e hiciste en encarnaciones aun anteriores." Para un budista, lo que una persona será en la próxima vida depende de las acciones de esa persona en esta vida presente. Buda creía, a diferencia del hinduismo, que una persona puede romper el ciclo de renacimiento, no importa la clase en que haya nacido.

El segundo concepto clave a entender es la ley de Samsara o de Transmigración. Este es uno de los conceptos más desconcertantes y difíciles de comprender del budismo. La ley de Samsara sostiene que todo está en un ciclo de nacimiento y renacimiento. Buda enseñaba que las personas no tienen almas individuales. La existencia de un yo individual, o ego, es una ilusión. No hay ninguna sustancia eterna de una persona que pasa por el ciclo de renacimiento. ¿Qué es, entonces, lo que pasa por el ciclo si no es el alma individual? Lo que pasa por el ciclo de renacimiento es sólo un conjunto de sensaciones, impresiones, momentos presentes, y el karma que es transmitido. "En otras palabras, así como un proceso conduce a otro, ... así también una personalidad humana en una existencia es la causa directa del tipo de individualidad que aparece en la próxima." El nuevo individuo en la próxima vida no será exactamente la misma persona, pero habrá varias similitudes. Cuán próximos serán en sus identidades, Buda no lo definió.

El tercer concepto clave es el Nirvana. El término significa "la extinción" de la existencia. El Nirvana es muy diferente del concepto cristiano del cielo. El Nirvana no es un lugar, como el cielo, sino más bien un estado del ser. Qué es exactamente, Buda nunca lo explicó.
El Nirvana es un estado eterno del ser. Es el estado en que la ley del karma y el ciclo de renacimiento llegan a su fin. Es el fin del sufrimiento, un estado donde no hay deseos y la conciencia individual llega a su fin. Aunque a nuestras mentes occidentales pueda sonar como el aniquilamiento, los budistas objetarían tal idea. Gautama nunca dio una descripción exacta del Nirvana, pero su respuesta más cercana fue esta. "Hay, discípulos, una condición donde no hay ni tierra ni agua, ni aire ni luz, ni espacio sin límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas ni falta de ideas, ni este mundo ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa, ni efecto, ni cambio, ni detenimiento." Si bien ningún budista realmente entiende la condición de el Nirvana,  la prática del budismo está basada en  una  esperanza eterna."







 

lunes, 11 de abril de 2011

Redes Educar para fabricar ciudadanos eduardo punset (Parte 1)

APLACAR EL MIEDO.

       EL ODIO NO ES UNA PERSONA, "ESTÁ EN EL CORAZÓN"

Los malentendidos, el miedo, la ira y el odio son las raíces del terrorismo. Los militares no pueden localizarlo. Ni las bombas y los misiles alcanzarlo, y menos aún destruirlo, ya que el terrorismo anida en el corazón de los seres humanos. Para erradicar el terrorismo hemos de empezar mirando en nuestro propio corazón



  • Meditación de conciencia.
  • Alegría por atención plena.

En la meditación la práctica básica consiste en ser conciente a cada momento de la vida cotidiana. Cuando estas enojado, sabes que estás enojado. Cuando la energía de la atención plena ha surgido en ti a causa de tu práctica cotidiana, tienes la suficiente calma y visión como para reconocer, aceptar, observar las cosas profundamente y comprender tu sufrimiento.

  • Impresiones sensoriales: son comida.
  • Estímulos externos son importantes.

La segunda clase de comida de la que el Buda nos habló son las impresiones sensoriales. Comemos con los seis sentidos: los ojos, la nariz, la lengua, el cuerpo y la mente. Un programa de televisión es comida; una conversación es comida; la música es comida; el arte es comida; las vallas publicitarias son comida. Cuando conduces por la ciudad, estás consumiendo todas estas cosas sin darte cuenta y sin tu consentimiento, y además te impregnas de los mensajes que te transmiten. Te alimentas de lo que ves, tocas y oyes.

  • Sufrimiento es relación.
  • Liberarse del odio.

A veces un ser querido – nuestro hijo, pareja o padres – nos dice o hace algo cruel y sufrimos o nos enojamos por ello. Creemos que somos los únicos que sufrimos, pero él también sufre. Si no fuera así, no habría hablado o actuado movido por la ira. Este ser querido no sabe liberarse de su sufrimiento, por eso vierte todo su odio y violencia en nosotros.

Thich Nhat Hanh.




domingo, 10 de abril de 2011

"EL JUEGO DE LA VIDA"


La vida humana es similar a un juego. Cada persona es un jugador que tiene un papel específico que desempeñar. Cuando hay el reconocimiento del ser o autoconocimiento de mi papel entonces puedo jugar correctamente en el juego de la vida, es decir, con contentamiento, propósito y éxito. El éxito me da felicidad y realización y, mis interacciones con los demás son positivas y no están llenas de negatividad como la ira, desconfianza, celos egoísmo, etc. Otra imagen que también podemos utilizar para describir la vida humana es la de un teatro. La vida es una obra de teatro y cada ser humano es un actor que interpreta su papel.
La esencia del tema, sea que veamos la vida como un juego o como una obra, es que cada uno debe conocerse a sí mismo y su papel, de lo contrario las interacciones, es decir, las relaciones con los demás son confusas y alteradas. También, para una interacción correcta con los demás jugadores, necesito conocer qué es lo que son y cuál es su papel; necesito valorar y respetar, eso si queremos relacionarnos los unos con los otros con facilidad, flexibilidad y tolerancia. También dijimos que dos jugadores de un equipo o dos actores no pueden tener exactamente la misma parte que interpretar. Esto también es una regla para la vida: cada uno de nosotros es un individuo único interpretando un papel único. Si yo no entiendo, valoro o aprecio mi propio papel, entonces me comparo a mí mismo con los demás y desarrollo un tipo de pensamientos y hábitos negativos, tales como culpar a los demás por mi propia falta de felicidad o paz, también celos, competitividad, incluso se desarrollan complejos de inferioridad y depresión. Cando estas actitudes entran en la conciencia, significa que otra regla o ley básica del juego de la vida ha sido olvidada, que es: Cada persona en el juego tiene su papel distinto e individual a interpretar, al igual que yo. Cuando nos olvidamos de nosotros mismos, fácilmente nos olvidamos de esta regla. El resultado es que una observación excesiva de los demás así como analizarles provoca una “crisis de identidad” dentro del ser. “Debería ser yo así; debería hablar como éste, debería...” Yo soy yo mismo; debo aprender el arte del autoconocimiento. A partir de este primer paso al interior del ser se inician unas relaciones sanas con los demás. 

¿Cómo puedo interpretar el juego de la vida con éxito, interactuando con los demás con positividad mediante el hecho de mantener tanto mi autorespeto como el dar respeto a los demás?

El primer paso, como se ha mencionado, es conocer ¿Quién soy yo? Y ¿Cuál es mi papel?
Sin autoconocimiento preciso el juego está ciertamente perdido. Hemos estado hablando de un punto de energía y de la mente, intelecto e impresiones. Ahora voy a entender que yo soy este punto de energía eterna al que se le llama alma y que dentro de mí, el alma, está la mente, el intelecto y las impresiones, las tres energías que constituyen la conciencia humana. ¿Quién soy yo? Soy un ser eterno, pienso, decido, siento, actúo. Yo soy un alma, un actor dentro de este traje físico, el cuerpo, y estoy interpretando mi papel, en el escenario del mundo. Yo no soy este traje de materia sino que lo utilizo y lo necesito para interpretar mi papel. 


Prof.Anthony Strano 


sábado, 9 de abril de 2011

LOS MONJES SABIOS

En aquellos tiempos vivía en China un grupo de monjes conocidos con el nombre de Sabios de la Túnica color Ciruela. Convertirse en un Sabio de la Túnica color Ciruela exigía una gran disciplina. Para los aspirantes el camino era difícil y duro, los días ingratos y las noches largas. El monasterio de los Sabios de la Túnica color Ciruela estaba en las montañas, al noroes­te de Lo-Yang, la capital de entonces, muchos siglos antes de nuestra Era. Los sabios, que eran treinta y tres, el mismo número de las energías de la Tierra, caminaban recorriendo China desde un solsticio de invierno hasta el siguiente. Dondequiera que se detuvie­sen al azar de su camino se les acogía con respeto y alegría; la llegada de un sabio repre­sentaba buena suerte para un pueblo. Todos los habitantes interrumpían sus actividades para re­unirse a su alrededor en el pozo central. El sabio tomaba asiento en el brocal del pozo y, según las circunstancias, impartía enseñanza o hacía que le contasen las dificultades del mo­mento. Si alguien decía: «El año ha sido duro, la cosecha de arroz mala», el sabio no respondía nada, pero su modo de escuchar era de tal calidad que aportaba esperanza y consuelo. Uno de esos sabios recorría hacía años el país. Un día se detuvo en el pueblo de Ling Ding. Después de algunas preguntas relativas al emperador, al tifón que había asolado las costas, al hambre del Sur, alguien le preguntó: «¿Qué significa este pueblo? ¿Por qué estamos aquí y no en otro sitio?» El sabio paseó la mirada lentamente sobre los reunidos y dijo: «Aunque no lo sepa, cada indivi­duo se encuentra limitado por el nacimiento, por la educación o por su propia satisfacción. Cada uno de vosotros está limitado de una forma u otra». Sorprendida, la gente intercambiaba miradas entre sí. Incluso se oyeron algunos murmullos. Finalmente, un hombre se adelantó hacia el sa­bio y afirmó: «Yo no me considero limitado. Tengo todo lo que quiero». Entonces el sabio sonrió. «La limitación se encuentra a veces incluso en el hecho de no sentirse limitado».

martes, 5 de abril de 2011

La Resilencia

 La Resilencia , se refiere , originalmente en ingeniería, a la capacidad
de un material para adquirir su forma inicial después de someterse a una
presión que lo deforma. Tras un impacto  previsible por alguna circunstancia natural adversa, un material recupera su condición y sigue funcionando. Eso es lo que sucede con la caña de bambú.
Para conseguir una buena Resilencia es necesario prever las circunstancias adversas que pueden actuar sobre la cosa. Trasladando el concepto a las personas, al hablar de resiliencia humana se afirma que es la capacidad de un individuo o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente, a pesar de las difíciles condiciones de vida y más aún, de salir fortalecidos y ser transformados por ellas y tras un impacto de fuerte conmoción traumática.
La Resilencia quiere potenciar desde la más tierna infancia, en los seres adultos y en los grupos humanos la capacidad de respuesta ,saber afrontar situaciones de crisis ante la destrucción , la presión, lo súbito, lo inesperado y  encontrar el camino de la superación del dolor y la muerte,  como situaciones límites ante las cuales se debe encontrar una manera de superación. Esta capacidad forma parte de la historia personal de la mayoría de las personas, que han sobrevivido a la adversidad utilizando la intuición y un saber improvisado, entiendo que la Resilencia, pretende educar desde la infancia para dar las herramientas adecuadas para afrontar la adversidad, fomentando en el futuro adulto la capacidad de construir o reconstruir su propia vida a pesar de las circunstancias difíciles. Ya he dicho que este principio me viene como anillo al dedo,  por mi deriva hacia lo  oriental. El budismo requiere como primer requisito el reconocimiento del dolor como algo consustancial al ser humano, también reconoce que ese dolor obedece a una causa y que puede cesar porque hay un camino para conseguirlo. Es decir que , como predicaba el filósofo, mal llamado pesimista, Schopenhauer hay que reconocer que tras el reconocimiento "pesimista" de todo lo que nos afecta se augura un camino de acceso a un bienestar seguro.

Por último creo que como se suele decir, en el "argot" popular, y confirma la sabiduría taoista: los conflictos son la base del desarrollo, cuando aparece esta dialéctica se  está anunciando crecimiento, transformación y entonces el dolor se convierte en una buena oportunidad  para el crecimiento y la imperturbabilidad.

Primavera Verano Otoño e Invierno 2003 SubEsp1 2

domingo, 3 de abril de 2011

"BUEN KARMA ENTRE LAS SIERRAS"

" Un ejemplo de cómo aplicar las enseñanzas del budismo".
-Vos tenés a tus compañeros de trabajo. Tal vez uno de ellos, cuando llega en la mañana, te habla mal. Siempre habrá una persona que uno siente que lo perturba. Con el correr del tiempo se genera una aversión hacia ella hasta considerarla enemiga. Si algo me pasa en la oficina, es culpa de fulano. En realidad esa persona es nuestro maestro. Te preguntarás: ¿cómo puede ser mi maestro? Lo es, porque ese individuo es el único que te permite practicar la paciencia. Si lo agarro del cuello, no aprendí nada.
-¿Cómo se logra ese estado?
-Primero tenemos que aprender a eliminar los venenos de la mente para ir logrando mayores niveles de felicidad. Esos venenos son el orgullo, los celos, el apego, la aversión, la ignorancia, la rabia. En la medida en que los sacamos, nuestras posibilidades de felicidad son mayores. O, por el contrario, si se incrementan, los niveles de sufrimiento son altos. Se debe eliminar el karma y los venenos de la mente. 
-¿Qué es el karma?
-Es la ley de causa y efecto. Por ejemplo: si yo te pego ¿qué voy a recibir? Posiblemente otro golpe. O al menos no voy a recibir un beso. Si tiro una piedra en el agua se van formando ondas concéntricas que van llegando a la orilla. Cuando lo hacen, vuelven al centro. Lo que pasa es que tardan en llegar a la orilla y más aún hacia el centro. Cuando se tiene un pensamiento, una palabra o una acción negativa o positiva, después eso vuelve a uno. Como pasó tiempo no lo percibimos. Hoy me insultás y te vas. No nos vemos más y pasan 10 años. De pronto algo sucede. Y te preguntás: ¿por qué me pasa esto a mí? Son ondas que vuelven al centro, hacia quien emitió la energía. Uno tiene que ser cuidadoso y tomar conciencia de lo que hacemos, decidimos y pensamos. A veces se dice; ¿por qué no se muere ese hombre? Como no se es un asesino, no lo va a matar, pero la energía que liberó es igual a que si lo hubiera hecho.
-A veces lo que se piensa viene sin que se llame.
-Claro, viene porque no analizamos nuestros niveles de pensamiento. En la medida que se está atento a la mente, se cambia el patrón de conducta. El tema es que los humanos no tomamos conciencia de que eso es así.
-¿Cómo se toma conciencia?
-Contemplando y meditando, que van de la mano como las alas de un pájaro. Contemplación es analizar algo de forma consciente. Meditar es descansar la mente en su propia esencia. Eso es no hacer nada, lo que no significa ir a la cama a dormir. Es simplemente dejar que descanse en esa esencia, pero poniendo atención a que no surjan pensamientos. Si vienen, hay que identificarlos y no involucrarse. 
¿Podría ejemplificar?
-En la meditación pueden aparecer pensamientos del tipo: tengo que pagar la luz. Si uno lo identifica pero no se involucra, está bien. Ahora, si piensa en los $ 5.000 de luz, entonces se involucra. No estoy meditando, sino siguiendo el curso de los pensamientos. Se debe estar en estado consciente (despierto) con todos los sentidos atentos, pero sin involucrarse. Y por supuesto: chequear la mente, cosa que los occidentales normalmente no hacemos porque vivimos bombardeados por pensamientos.
-¿Cuáles son las enseñanzas de Buda que más le retumban?
-Hacer el bien. Uno practica con el objetivo de ayudar a otros seres a que también alcancen la iluminación. De nada me sirve llegar a ser feliz y ver el sufrimiento al lado mío. Esa posición autocentrada y egoísta conduce a más sufrimiento. 
PEMA GOMPO (CLAUDIO). Coordinador y residente del Monasterio, oriundo de Argentina, quien encontró en Aguas Blancas su lugar en el mundo.
La distancia es corta, apenas 100 kilómetros de Montevideo en dirección a Minas. Sobre el lado derecho, y un par de kilómetros después de doblar por la Ruta 81, se observa una construcción sobre una sierra. Es pequeña, apenas apreciable para quienes saben a dónde se dirigen. Ocho kilómetros más adelante un cartel advierte: Monasterio Chagdud Sengue Dzong, Centro de Budismo Tibetano Vajrayana. 

sábado, 2 de abril de 2011

ALAN WATTS - Conversaciones conmigo mismo (Subtítulos en castellano) - P...

Alan Watts: Acerca del budismo (parte 1 - subtitulado)

Pema Chodron Tácticas Comunes de Agresividad

Dios y el Budismo

 Está claro que Gautama, el fundador del budismo, no decía que era divino. Él decía ser el que indicaba el camino hacia el Nirvana, pero dependía de cada individuo encontrar su camino hacia allá.
El concepto de un Dios personal no encaja en el sistema budista de religión. Hoy hay muchas sectas budistas. Muchas difieren en su concepto de lo divino y de Buda. En general, los budistas son panteístas en su perspectiva de Dios. Muchos ven a Dios como una fuerza impersonal que está formado por todas las cosas vivas y que mantiene unido al universo.
Esto es lo que dicen algunos de los eruditos más destacados acerca de la perspectiva budista de Dios. El Dr. John Noss declara, "no hay ninguna Persona soberana en los cielos manteniendo todo unido. Sólo existe la unidad personal última del ser mismo, cuya paz envuelve al yo individual cuando deja de llamarse "yo" y se disuelve en la pureza anodina del Nirvana, como una gota de rocío se incorpora a su mar maternal." 
Esto es lo que el ya fallecido Dr. Suzuki, uno de los más grandes maestros del budismo Zen, dice acerca de su concepto de Dios: "Si Dios, después de hacer el mundo se coloca fuera de él, ya no es Dios. Si se separa del mundo o quiere separarse, no es Dios. El mundo no es el mundo cuando está separado de Dios. Dios debe estar en el mundo y el mundo en Dios." 
Dado que el budismo en general no cree en un Dios personal o en un ser divino, no tiene adoración, oración o alabanza de un ser divino. No ofrece ninguna forma de redención, perdón, esperanza celestial o juicio final. El budismo es, por lo tanto, más una filosofía moral, un camino de vida ético.
El profesor Kraemer describe al sistema budista como "una disciplina ética no teísta, un sistema de auto-entrenamiento, antropocéntrico, enfatizando la ética y la cultura de la mente y excluyendo a la religión." 
Desde la muerte de Gautama, se han desarrollado muchas sectas dentro del budismo. Muchas de estas sectas difieren en muchas formas fundamentales, y comparar una con otra es como comparar dos religiones separadas. Muchas sectas han desarrollado su propio concepto único de Dios. Algunas son panteístas en su perspectiva de Dios. Otras son ateas. Todavía otras han desarrollado un sistema politeísta de dioses. Algunas han combinado el panteísmo con el politeísmo. Varias sectas han elevado a Gautama (o Buda) al nivel de salvador o ser divino, aunque está claro que él nunca dijo ser una deidad. Otras sectas han combinado algunas de las doctrinas de Dios de otras religiones con el budismo.
"Dejemos en claro que el  Buda nunca enfatizó su concepto de lo divino."